domingo, 13 de septiembre de 2009

doce cero nueve dos mil nueve

hace mucho en mi cuadra empezó a morir la gente.
primero alguien de la esquina y la muerte bajó en un mes.. casa por casa. hasta la casa del vecino... ahí se calmó. fueron cinco muertes de vecinos en un sólo mes. mi mamá dijo: la gente se muere por tandas.

hablaba con un amigo hace un tiempo. le encanta inventar leyes. una de sus leyes más coherentes (según él) era "la ley de los paqueticos". decía que todo en la vida ocurre en grupos limitados pero numerosos. en un bar ocurre una de dos: no le gustas a una niña o le gustas a muchas. nunca ocurre con una sola. no te tiras una materia: o pasas todas o te tiras al menos tres. esa es la "ley de los paqueticos", y tiene mucha lógica.

con mis amigos universitarios llorábamos nuestra soledad. bebíamos el mundo creyendo que nunca podríamos encontrar a alguien con quien compartir. un mes después todos nos alejamos con nuestras vidas de novios enamorados. al tiempo, volvíamos a encontrarnos con nuestra soledad recién re-estrenada. volvimos a ser cortos de películas por venir. siempre al tiempo, en sincronización.

hoy solo escucho palabras que conllevan finales. terminan con sus parejas, acaban con su vida académica, cierran blogs y libretas. no con la esperanza de una vida nueva como la de pamuk, sino con la soledad de los derrotados, con la tristeza de los pérdidas deportivas, con las manos vacías. y así seguimos....

hoy quiero ser como mi amigo totó, inventar leyes... entonces invento, o intento (que al final es lo mismo): los finales, en todas sus formas (como pequeñas muertes), llegan cuando menos lo esperas y nunca te salta, ni siquiera cuando lo crees así.

olvidé decir... ese mes, en la cuadra -ahora lo recuerdo-, murió mi perro.

4 Comentarios:

andreacrozo dijo...

jajaja, en todo caso, nadie cree en los finales, en las muertes pequeñas hasta que es demasiado tarde.

Leo dijo...

Me gusta...
siempre he tenido la sensación de que la muerte nos llega por "paqueticos", aunque no había logrado encontrar el término para decirlo...

Anónimo dijo...

¡Claro que hay finales! Yo suelo ser una mujer de finales.

Bruno dijo...

¿En qué paquetico nos moriremos? ¿Qué clase de plebe se morirá con nosotros? Yo espero estar como Marlboro en caja de Mustang. Sin pretensiones.

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