domingo, 20 de diciembre de 2009

nueva vida, viejas letras.

Recordar a Charly; Preguntar con él ¿Cuántas veces tendré que morir para ser siempre yo?

Revivo ahora la escritura. Mis letras no son como latidos de corazón, no son como respiraciones constantes que suben a ritmos acelerados con agitación y bajan a la tranquila calma de la lectura sin sobresaltos. No. Tienen muertes súbitas, bloqueos respiratorios, paros cardiacos. Quedan dormitando bajo tierra por horas, días, semanas, meses. El último fallecimiento ocurrió hace un mes. Pero siempre regresa. Picos que suben y bajan. Espero que esta vez la escritura se mantenga, y logre ese ritmo acompasado que logré cuando miré las montañas que no veía hacía tiempo. Cuando logré distinguir cinco tipos de verde desde mi ventana. Pero eso es otra historia y la contaré en otro momento. A veces pasa… más detalles adelante.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

con que le sentó regresar a la tierrita, me alegra mucho.

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