jueves, 20 de agosto de 2009

veinte cero ocho dos mil nueve

de nuevo las cosas se parten. con una claridad casi física, los hechos se categorizan, se enmarcan, se nombran.

momento uno: quiero escuchar una canción desde que despierto. no sé muy bien porqué. quizá porque tiene el mismo nombre del libro de Norman Mailer. Ese con la pintura de un hombre viendo el mar desde la ventana, el que me mira -ahora que re-organicé mi biblioteca- cada vez que entro al estudio. corro el riesgo de llegar tarde a clases por grabarla en mi aparato de música: lo tomo, llego tarde y la canción no está ahí. aun así, entiendo que el mundo me tiende una trampa hoy: el hogar. escucho otra, me explica porque amanecí con esa canción en la cabeza. me bajo del bus y sonrío en la calle. ese tipo de casualidades, totalmente programáticas, me hacen reír (con sonido). Así que ahi estoy un tipo parado en medio de la gente, carcajeandose sin parar.

momento dos: la canción termina. sigue otra. es triste. pero sonrío igual mientras camino. en los audífonos suena soledad. mucha soledad. igual sonrío. mis sonrisas atraen cuatro miradas curiosas, tres rostros de coqueteo y diez sonrisas más. la soledad sigue en los oídos. El mundo me parece algo bueno, posible y vivible. termino la clase veinte minutos antes como regalo a mis alumnos. camino feliz a mi casa. no sé porqué. leo otro poco de "elegia" de roth. llego a casa.

momento tres: de no ser por dos visitas, el resto hubiera sido un fiasco. una deuda que se cumple, y se cumple mal. Una nota que no se debió escribir y que queda huérfana en mitad del cuarto. incomodidad y sonrisas. Y otra vez, la casa, las obligaciones, los malos rostros.

momento cuatro: veo nuevamente tele. después de mucho tiempo. otra vez quiero ser Hank Moody. la nota huérfana es promisoria. quiero ser personaje de philip roth. los rostros de coqueteo son ilusiones posibles. quiero ser canción de ariel rot. las miradas también pueden ser hojas de ruta.

día rot-undo. gracias Ariel Rot, Gracias Philip Roth. termina con la poesía de Ramón Gonzáles Tuñón y su Freak Show funambulesco. Canten:

No ponga los ojos en esa hermosa que frunce de promesas la boca impura.
Si quiere ver la vida color de rosa, eche 20 centavos en la ranura.
El dolor mata amigo, la vida es dura, la vida es dura.
y ya que usted no tiene ni hogar ni esposa,
si quiere ver la vida color de rosa, eche 20 centavos en la ranura.

Cien lucecillas, Maravilla de reflejos funambulescos.
Aquí hay mujer y manzanilla. Aquí hay olvido y aquí hay refrescos.
Pero sobre todo mujeres para los hombres de los puertos
que prenden con alfileres sus ojos en los ojos muertos.

Y fiesta, fiesta casi idiota, tragicómica y grotesca,
pero otra esperanza remota de vida milyunanochesca.
Qué lindo es ir a ver la mujer, la mujer más gorda del mundo,
entrar con un miedo profundo pensando en la giganta de Baudelaire.

Nos engañaremos, no hay duda, si desnuda nunca muy desnuda
si barbuda nunca muy barbuda será la mujer...
y en ese momento de miedo profundo que lindo sería ver la mujer más gorda
del mundo
y no se inmute amigo la vida es dura
con la filosofía poco se goza.

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

¡Con la filosofía a veces se goza!

SHEOL dijo...

jummmm, siempre tan...tan...Rogrigo...eso me gusta, a todas estas por qué anda como tan melancólico...

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