retomo el tiempo de escritura; por eso los escritos tan cortos, por eso las acciones tan directas.
hace un año me sentía profundamente solo. las cosas no cambian mucho cuando la tierra ha dado una vuelta entera al sol. hay cosas que recuerdan de vez en cuando lo que hicimos hace mucho.
miércoles:
caminar por las calles con tres horas a las espaldas, mirar las fachadas viejas y las gárgolas oxidadas preguntando: ¿ahora qué? encontrar en el deporte la solución al paso del tiempo, el fútbol como la mejor forma de evasión de reloj: siempre funciona. termino abrazando a un holandés que solo me habla del Ajax, choco mi botella de cerveza con él y la espuma sale un poco de la boca. maldigo al holandés (maldito kamil), encuentro una razón inválida para odiarlo (sé que es solo rencor), salgo antes de que termine el partido, doy tumbos por la calle y se me ocurre nunca más llegar. quedarme en un bar y seguir tomando cerveza. no volver al taller. perderme de las personas.. finalmente no las conocía hacía seis meses. entonces es posible perderse... desvanecerse. maldita sea, además perdimos el partido.
hace un año.
estar encerrado. nadie alrededor. un partido de fútbol. mirar a los gatos alrededor preguntando: ¿ahora qué? encontrar en el deporte la solución al paso del tiempo, el fútbol como la mejor forma de evasión de reloj: siempre funciona. salir a un bar solo. sentarse en la barra. reírse y sentir algo de verguenza al hacerlo. mirar a esa chica con cara de holandesa y querer abrazarla. al menos chocar la cerveza contra la de ella. escuchar su nombre: camila. odiarla por no estar a tu lado, por no poder sentir la espuma salir de su boca (sé que es solo rencor). entonces pensar que cuando cruces la calle un auto te atropella nadie te conoce, nunca más volver a casa. igual dentro de seis años no los conocerás. entonces es posible perderse... desvanecerse. maldita sea, además perdimos el partido.
domingo, 13 de septiembre de 2009
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1 Comentarios:
La vida nos viene en ciclos: la tierra le da vuelta al sol, el sol da su propia vuelta y la cerveza siempre nos da vueltas en la cabeza. Vemos en capas el gusano del tiempo, por eso aveces pensamos que algo cambia. Pero el tiempo no es un gusano: es un anillo.
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