miércoles, 23 de diciembre de 2009

promoción: uno por tres.

hay días que merecen durar tres días. este fue uno de ellos.

por momentos, las cosas pasan lento, casi ni te das cuenta del movimiento. te quedas viendo una gota caer del cielo y solo puedes escribir de ello. nada que te mueva, nada que te sorprenda. hay otros días en los que el tiempo parece una ráfaga. estás quieto y, cuando te das cuenta, no reconoces los edificios alrededor. como esos especiales del canal Infinito en los que cuentan que te teletransportas quinientas millas al norte, o al sur. hoy es uno de los segundo días. al menos tres cosas que pasaron de las cuales escribir. así que solo tomo una. la mejor. la escribo, la recuerdo. y todo podría empezar y terminar con una sola frase: estuve una road movie personal.

el carro a sesenta kilómetros por hora. en los parlantes, a todo volumen, duke ellington toca el piano. las señales de tránsito pasan lento. la bruma se puede ver caer en la ciudad desde lejos. montañas verdes se desplazan alrededor (no me muevo, son ellas las que lo hacen). ninguna palabra, la música dice suficiente. la oscuridad de la noche es misteriosa. las ganas de tomar el volante y alejarse de todo. tirar la hoja de ruta por la ventana y seguir. la carretera. y yo. quizá tú.

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