domingo, 6 de noviembre de 2011

disculpad el drama... (no me duró la ausencia)

silencio: la gota cayó.
días sin escuchar por un oído, y ahora la gota cae densa y pesada hasta tapar mi conducto auditivo completo. entonces: soy sordo. escucho las palpitaciones de mi corazón y el sonido me convierte en algo más mortal de lo que hasta ahora he sido. todo mi ajuar de pertenencias inocuas me parecen abstractas, mi rostro se desfigura contra el cristal y el hecho de saber que la sangre corre y pulsa el corazón, que los pulmones se contraen a cada bocanada, que el cerebro lanza chorros de electricidad a cada tecla que pulso; todo, me parece que formara parte de un mundo otro. camino por el delgado vértice de una idea, la consecuente y obvia caída: sabía que se produciría, y el tiempo es ahora y la sensación no es grata. me sé ficción y la literatura no se resuelve en parámetros de realidad. siempre me había servido, ahora me escuece el alma el sentirlo. resolver la vida como quien lee un libro. pero el sonido del corazón continúa para negarlo y un poco del líquido espeso baja hasta mi cuello. ¿cuándo fui personaje?: al parecer nunca. un castillo de naipes inexistente se alzaba a cada libro a cada resolución literaria. y el corazón (delator) continúa su bombardeo y me dice: tienes el mazo ordenado de tu vida, no es hora de armar castillos, revuelve y da la mano de nuevo. los castillos nunca existieron. quiero gritarle: "retruco"; pero ¿cómo engañar a las cartas? sólo hay una posibilidad: el manejo de los tiempos. así: libros en los que pasan años en dos líneas o amarrarse un zapato son siglos. eso, quiero robarle eso a la literatura. no sé cómo hacerlo, espero acostado en el sillón, fumo un cigarrillo, tomo una foto al árbol en que descansa una paloma dormida (parecida a la del uruguayo, ¿qué será de su vida?), hago café, me quito las medias, hablo en voz alta con josé asunción silva que se burla de mí con sus bigotitos en curvas y su burla eterna (alcanzo a insultarlo y gritarle "hijo-de-puta")... ante la inutilidad de mis acciones, debo decir retruco, y vuelvo al libro. lo leo por inercia: un tigre que destruye edificios, un árbol de marihuana místico, un fiordo surrealista, un caldero exagerado, una novia a la que le amputan un pie en la estación internacional. así que me rindo y me doy cuenta que la única forma de ganarle a la literatura, es con literatura. maldigo por lo bajo y me siento a escribir en el blog de nuevo. dije que no lo haría y lo hago. no sé si lo publique. si publico disculpen mi drama. desde ahora prometo no hablar de mí. hablo de personajes que invento. podría lo mismo dar un puño en el teclado y que salgan letras aleatorias así: "jhk,mu". nada de lo que diga vale. al menos creo que les puse una linda canción.

con el punto final la gota baja por el cuello de nuevo y el sonido regresa. afuera una alarma de auto no deja de sonar. debería bajar y robarlo, nunca un auto estuvo tan disponible como cuando su alarma suena dos horas. a veces, es mejor no escuchar.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta este post :)

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