es raro empezar de nuevo cuando las promesas que se hicieron no se han cumplido. lleno el jornal desde mi cabeza. por aquí, sin golpear el teclado, han pasado conversatorios literarios, relaciones terminadas, borracheras mal contenidas, misterios dulces, fiestas amargas, abrazos sin remitente, clases improvisadas, anónimos alegres, planes proyectados, cafés fríos, teteras bullosas, dudas literarias, uñas carcomidas, olores corporales, sonrisas malinterpretadas, gritos iracundos, lágrimas solitarias, toques confundidos, partidas impotentes, sueños adoloridos, esperanzas finalizadas, y otras tantas cosas... qué sé yo!
si las cuento mi vida estaría abierta, transparente como papel de fumar. cada una de ellas una historia que imaginé escribir aquí. así que a abrir vida. a ser transparente y volátil y efímero. aquí vamos de nuevo, entre intento e intento. aprovecho el remitente al que leo y le escribo, a quien me da ánimos por contarle una vida que, aún abierta, no tiene mucho que mostrar.
martes, 23 de febrero de 2010
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3 Comentarios:
¡Hurra!
un abrazo, vida sin cuentos...
oye, pero...
bueno, en fin...
Un comentario retrasado, pero es que ya me había aburrido de pasar y ver el mismo post. Bueno que regrese. También, aquí vamos a leer todo lo que no he leído.
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