hoy me cuentan cosas.
soy personaje de Calvino: soy Palomar. pero no soy ese huevo que es solo ojos. soy una cáscara que es solo oídos. y las historias de conocidos comienzan. me cuentan de años locos entrelazados en residencias y alcohol, me cuentan de atracos hechos y recibidos, me cuentan de odios hacia políticas, hablan sobre huir de casa, sugieren aburrimientos caseros y sueños no cumplidos, de grupos sin norte y discusiones familiares.
al llegar a casa las historias que me cuentan se confunden con los libros leídos.le digo a un amigo, "¿no era su mamá la que escuchaba discos de ballenas australes?", y tarde recuerdo que esa historia es un cuento. entonces, imagino a todos los que me contaron cosas, parte de una historia larga y compleja. yo, lejos del centro, cumplo la misión de ser observador. con suerte, podré narrar esas cosas un día. me alegro con saberme nudo, elemento cohesionante. un personaje secundario que se nombra sin nombrar y que hace de los cuentos un libro unificado. como esos enfermeros que aparecen una y otra vez en las películas de kieslowsky. como el cerdo comiendo hierro oxidado en kusturica. un actor sin espacio en los créditos, espera que alguien cuente su historia: cómo alguien llega tarde a su casa con dos cervezas en la mano y sólo puede repetir una y otra vez "salvavidas de plomo". si quieres, para empezar, puedes darle play.
martes, 30 de marzo de 2010
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